La lealtad a Dios

Dios en su soberanía, escoge a hombres y mujeres en cada período de la historia para confiarle la misión que les corresponde de acuerdo con sus propósitos. En la escritura encontramos el llamamiento de Moisés, Josué, Débora, David y cada uno de ellos, los llama en el momento que el consideró que era propicio para realizar el trabajo, como también hoy, Dios tiene un propósito con cada uno de nosotros.

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Significa fidelidad, franqueza, nobleza, honradez, sinceridad y rectitud.

El diccionario "Larousse" define una persona fiel y noble e incapaz de cometer cualquier traición o engaño, acciones y actitudes propias de una persona. Es servir con la verdad por delante.

La lealtad es el cumplimiento de aquello que exigen las leyes de la fidelidad y el honor, además es una virtud que se desarrolla en la conciencia y que implica cumplir con un compromiso aun frente a circunstancias cambiantes y adversas.

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El creyente que es leal, es recto, digno e incorruptible; no defiende posiciones, ni ocupa cargos por intereses personales, su compromiso es con la visión; es honesto, fiel y realmente comprometido, es franco y claro con sus apreciaciones y vive plenamente en sus convicciones. Es por esa razón que Dios nos ha llamado para que cada uno de nosotros le seamos leal a él.

Por el llamado que Dios nos hace: El evangelio según Juan 15:16 el Señor Jesucristo les dice a sus discípulos "No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca;"

Cuando Moisés quiso realizar su vocación de libertador del pueblo de Israel, sin haber sido llamado por Dios, fue un auténtico desastre. En el momento oportuno Dios en un acto de benevolencia, se revela a Moisés en un estado normal, en medio de su trabajo y sin que le ocurra algo asombroso, aunque es importante señalar la visión de la zarza ardiendo y la voz de Dios hablándole.

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Sin embargo el énfasis esta en lo que escucha mas que en lo que ve, es decir la base del llamamiento es siempre la palabra de Dios. Hay que comprender que el que llama es Dios Santo, cuya presencia santifica el lugar donde se halla.

De aquí en adelante se repite constantemente esta frase: "Jehová habló a Moisés, hizo conforme a la palabra de Jehová" el llamado de Moisés puede considerarse como un modelo de obediencia a Dios. Este punto es fundamental, cuando la palabra de Dios es sustituida por otros elementos se constituye un fracaso total. Por ejemplo el secularismo, el modernismo, los razonamientos lógicos o cuando confiamos en nuestras propias opiniones.

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El creyente en lugar de querer solucionar el problema por si mismo se dirige a Dios en busca de respuesta.

El tabernáculo de reunión no era todavía el tabernáculo definitivo sino una tienda colocada fuera del campamento donde se buscaba a Dios y este se manifestaba en la Shekiná o columna de nube. Moisés miraba cara a cara a Dios. Dios abandonó su presencia en medio de su pueblo por causa del pecado; el que busca a Dios de corazón puede tener comunión con el. Cada uno de nosotros debemos examinar nuestra relación con Dios. 

La continua relación con Dios hizo que Moisés lo reflejara en su rostro resplandeciente. Pablo toma este hecho y lo aplica a la comunión del creyente con Cristo.

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Éxodo 34:8 Dios da a conocer su carácter inefable, en tales circunstancias. El creyente debe alabar a Dios y postrado le adora.. Hoy en día se habla mucho de la alabanza y se ha visto un giro importante en el proceder de muchas iglesias donde se les da mayor énfasis y se dedica un tiempo a ella, pero tanto los cantos como las oraciones están muy centradas en el individuo y lo que pasa en su vida en lugar de ir dirigida a Dios.

Creemos que la oración es uno de los elementos importantes que Dios dejo ya que se considera el puente para que el ser humano se pueda comunicar con su creador.

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Cuando Dios llamó a Moisés, a los jueces, a los profetas, a los reyes y a los discípulos muchos de ellos se valieron de la oración  para interceder por los problemas o necesidades que atravesaba el pueblo. El creyente tenia un deber ineludible de interceder por su familia y por su iglesia, la misma necesidad debe impulsarnos a interceder por los demás.

Es el rechazo de la vida mundana (Hechos 25:26); entendida la santidad como la separación de lo profano, por supuesto, la santidad tiene muchas mas acepciones.

En la primera carta del apóstol Juan 2:15-17, señala que el verdadero creyente no debe amar las practicas que se hacen en el mundo, porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, no provienen del Padre sino del mundo, ya que el mundo y sus deseos pasan, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. Es por eso que el creyente debe guardar su vida y apartarse del pecado y de esa manera agradaremos a Dios.

Es la integridad en acción, es el boleto de entrada para servirle al Señor. Solo quienes son honestos y viven con la verdad son respetados y pueden conseguir que otros los sigan y de esa manera permitirán ser luz para los demás.

Muchos jovencitos y jovencitas pueden ser llamados en un tiempo donde Dios considera que pueden cumplirle con sus propósitos establecidos (Jueces 6:11-12); cuando en nuestra vida hay lealtad a Dios, los problemas que surgen, el creyente los afrenta, no los rodea, y en cada problema ve una oportunidad para aprovecharla y tiene l capacidad de dirigir la información y transformar en decisión.

Estimados hermanos, la lealtad a Dios es un reto o desafío que cada creyente debe asumir, recordando que atreves de los tiempos, Dios siempre ha instado a hombres y mujeres a vivir una vida de obediencia, santidad y fidelidad y si no luchamos por hacerla, nuestra vida es la que estaría en juego, tomando en cuenta que los tiempos que estamos viviendo son muy peligrosos y es por esa razón que tenemos que brillar en medio de este mundo hostil, pero para hacerlo hay que hacer propio el texto sagrado que dice: "Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas."