A los que aman a Dios todas las cosas le ayudan a bien

Romanos 8:28 es uno de los versículos más memorizados y citados del Nuevo Testamento: "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados" Esta Escritura trae consuelo, dirección y esperanza a los cristianos todos los días. Lamentablemente, también es uno de los versículos más citados e incomprendidos de la Biblia. Por lo tanto, me gustaría compartir tres cosas sobre este verso popular que tal vez nunca hayas notado.

Para entender la verdad de esta cita bíblica, no podemos simplemente citar la parte del versículo que nos gusta: "todas las cosas les ayudan a bien," y omitir el resto, "a los que aman". Esta promesa es para los que aman a Dios, los que han sido llamados conforme a su propósito.

Romanos 8:28 es una promesa para los creyentes, pero no cualquiera que dice con su boca ser creyente, esta promesa son para verdaderos creyentes , esos que su corazón y su boca testifica amar a Dios no solo de labios sino con acciones. Los que viven para Cristo, no aquellos que dicen creer en Dios pero viven como hijos del diablo.

Este versículo dice a aquellos que aman a Dios y están haciendo todo lo posible para obedecer sus mandamientos: “Aunque cosas malas, tristes, malvadas o perversas tocarán tu vida, yo (Dios) las usaré para finalmente producir el bien, tanto en tu vida.” (Te puede interesar Heridas del Alma)

1 Corintios 13:4-7 nos da el concepto de lo que es un amor verdadero "El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta." un amor que sufre, espera, soporta y no busca su propio bienestar, ese es el amor que recibe la recompensa de esa promesa de Dios, por eso muchos omiten la primera parte de Romanos 8:28, porque quieren la promesa de que todo le salga bien pero no pueden amar a Dios como dice la Biblia.

No importa qué tan color de rosa sean nuestros anteojos, no hay nada bueno en el cáncer, el tráfico sexual o la muerte. Hasta que Jesús regrese y venza a Satanás de una vez por todas, el pecado seguirá arrastrando sus tentáculos venenosos por nuestro mundo, dañando y destruyendo todo a su paso.

La verdad de Romanos 8:28 nos recuerda que aunque el pecado y Satanás son poderosos, Dios es más poderoso; Él es poderoso para redimir y restaurar cualquier cosa para nuestro bien y su gloria. Puede que no todas las cosas sean buenas, pero Dios puede y usará todas las cosas para bien.

Podemos ver como la muerte de Lázaro fue para que Martha y María pudiera ver la gloria de Dios (Puedes leer Si Crees veras la Gloria de Dios); ¿Qué bueno podía pasar con la muerte de un ser querido? Pues Dios hasta ese luto y ese llanto pudo transformar en alegría y en fiesta, así que no pienses que en el Señor todo es fiesta, tendrás momentos difíciles, dolorosos y hasta podrán llegar instantes donde sientas que Dios se ha alejado de ti, pero, no temas; todo lo que llegue  tu vida Dios lo usará como trampolín para llevarte a las alturas.

Cuando la Biblia dice TODAS LAS COSAS significa que no hay excepción, todo lo que llegue a tu vida Dios lo usará para bien.

“Porque a los que antes conoció, también los predestinó” ( Romanos 8:29 ). Un sabio maestro de la Biblia dijo una vez: “Dios permite que todo entre en nuestra vida con uno de dos propósitos: ya sea para llevarnos a una relación con Él o, si ya lo conocemos, para acercarnos mas a Él y le conozcamos en toda su plenitud”.

Encontramos quizás el mayor consuelo de Romanos 8:28 en las primeras tres palabras: “Y sabemos”, esa es la confianza del creyente, la seguridad de todo aquel que ha conocido a Dios. Aun en las dificultades y el sufrimiento, aun en la más amarga desilusión, aun cuando maltratados, los cristianos deben saber que Dios obra en medio de esas situaciones; y en esto radica la importancia del verso 29  en que todo lo que pase es porque Dios lo permite, para que se cumplan sus buenos propósitos en sus hijos. Puede que Dios cambie o no la situación directamente, pero aun si se mantiene difícil, Dios garantiza buenos resultados al final, inclusive una mayor madurez a quienes conforme a su propósito son llamados.

Mientras vivamos en este mundo, la gente intentará reconciliar la soberanía de Dios con el sufrimiento de la humanidad. Versículos como Romanos 8:28 os aseguran que ningún sufrimiento es en vano, y que Dios siempre está obrando para nuestro bien y para su gloria. Cuando no podemos comprender por qué vienen las pruebas y luchamos por imaginar que algo bueno puede salir de ellas, podemos descansar en la seguridad de que Dios tiene el control.

Debido a esto, podemos tener esperanza, quizás a veces no podemos entender cómo puede Dios traer belleza de las cenizas de mi vida, quizás luchamos por confiar en Dios aún con varias piezas rotas; pero a pesar de todo debemos recordar que sin fe es imposible agradar a Dios. (Puedes leer también La Fe y el Creyente)

Es tiempo de confiar en Dios, es tiempo de creer que Dios va a obrar a nuestro favor y que usarás nuestras pruebas para nuestro bien y para su gloria, es el momento para creer a la promesa de Romanos 8:28  en el poderoso nombre de Jesús.