Los desafíos de Josué

Cuando Dios nombra a Josué para sucesor de Moisés, promete también asistirlo y el pueblo promete obedecer a Josué.

Recordemos que Josué había atendido a Moisés y había estado bajo sus órdenes, Éxodo 33:11 nos dice "Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo." El que ahora era llamado a ser puesto como líder de toda una nación, antes había sido usado para servir y atender a Moisés.

Los más aptos para gobernar son los que han aprendido a obedecer, por esta razón Jesús dijo a sus discípulos cual era la clave para el éxito en un liderazgo "El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo." (Mateo 23:11); y ahí se encontraba Josué, su obediencia a su líder y su cercanía a Dios le habían preparado para lo que venía por delante; puedo imaginar al Joven Josué aprendiendo de Moisés, estando a su lado cuando el pueblo se revelaba o murmuraba, y cuando Dios llamó a Josué estoy muy segura que Josué ya sabía que lo que venía no era nada fácil, pero aun así acepto el reto de ese liderazgo, ¿Sabe porque? Porque Josué sabía obedecer.

No era fácil obedecer la voz de Dios cuando les dijo "Levántense y vayan a cruzar el Jordán". Los bajíos de la zona estaban en ese momento anegados, Josué no tenía puente ni botes pero debía creer que Dios abriría un camino al haber mandado que el pueblo pasara al otro lado.

La vida puede estar llena de desafíos, tristezas y decisiones difíciles. Pero incluso en medio de las dificultades, debemos obedecer al llamado, ser fuertes y valientes, que Dios hará el resto. (También puedes leer Despierta a tu gigante)

Quizás usted en muchas ocasiones ha escuchado el famoso refrán "Dime con quién andas y te diré quién eres", quiero decirle que Josué andaba siempre al lado Moisés y aprendía algo con cada circunstancia que presenciaba, sabia como actuaria Moisés ante determinadas situaciones, Josué conocía al pueblo y a su líder, pero sobre todo, Josué conocía a Dios; siempre se quedaba en medio del tabernáculo cuando todos se iban y Dios no pasó por alto esos preciosos detalles; así que, cuando Moisés faltara, quien mejor que el jovencito que siempre andaba pegado a Moisés para reemplazarlo, quien mejor que Josué, que amaba y servía a Dios y a su líder.

Josué nos deja una hermosa enseñanza, ¿Quieres un liderazgo grande y exitoso? Rodéate de personas que son grandes ante los ojos de Dios, aprende de ellos; pero sobre todo acércate muchísimo a Dios en oración, y ahí en la intimidad con Dios aprenderás más de él, escucharas sus palabras de aliento y la promesa de que no te dejará jamás "Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé"  Josué 1:5 (También puedes leer nuestro articulo No te dejaré ni te desampararé)

Los hijos de Israel habían vagado por el desierto durante 40 años y le correspondía a Josué guiarlos a la tierra prometida. Tendría que reclamar la tierra de sus habitantes actuales, pelear y liderar batallas, y brindar liderazgo espiritual a un gran grupo de personas. Mientras sentía el peso abrumador de la tarea que tenía por delante, el Señor le ofreció estas palabras de aliento: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”. Josué 1:9

Estas palabras de consuelo pueden aplicarse a todos nosotros mientras buscamos vivir una buena vida y superar nuestros propios desafíos únicos.

Parte de ser fuerte y de buen ánimo significa confiar en el Señor como nuestra verdadera fuente de fortaleza. En el caso de Josué, no tenía todas las respuestas para los desafíos que tenía por delante. Pero se le aconsejó que siguiera adelante de todos modos, actuando con fe. 

Al igual que Josué, rara vez tenemos todas las respuestas a nuestros desafíos personales. Pero Dios promete que cuando nos volvamos a Él en busca de guía, tendremos éxito. Dios es todopoderoso y omnisciente. Él tiene las respuestas y la fuerza que necesitamos para enfrentar cualquier desafío que se nos presente. Estuvo con Josué y estará con nosotros.

Ser fuerte y valiente generalmente no requiere grandes gestos. Más a menudo, se compone de pequeñas decisiones que tomamos todos los días que muestran nuestra confianza en Dios. 

A medida que busquemos en oración Su dirección, estudiemos Su palabra y sigamos Su ejemplo todos los días, tendremos el valor de dejar ir el miedo y enfrentar nuestros desafíos con fe. Al volverse a Jesucristo con fe y seguir Su consejo de ser fuerte y valiente, sentirá la seguridad de que Él siempre está con usted.

Josué haría que la ley de Dios sea su manual para liderar al pueblo de Israel. Se le manda meditar en ella día y noche para que pueda comprenderla. Cualesquiera que sean los asuntos del mundo que tengamos en mente, no debemos desechar la única cosa necesaria en nuestra vida, la Palabra de Dios. 

Todas las órdenes de Josué al pueblo, y sus juicios, estaban conforme a la ley de Dios. Él mismo se sometía a los mandamientos establecidos por Dios; Josué estaba consiente que su posición no lo colocaba por encima de la ley de Dios, lo mismo pasaba con el gran Rey David, cuando pecó se sujetó a lo establecido en la ley de Dios. (Puedes leer más en nuestro artículo Natán amonesta a David 2 Samuel 12)

En Josué 1:8 leemos "Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien" 

Este libro de la ley: Una referencia a las Escrituras, específicamente Génesis a Deuteronomio, escrito por Moisés.

Meditarás en él: Leer pensando, reflexionar en la Palabra de Dios. Las Escrituras siempre han sido el alimento espiritual de aquellos que sirven a Dios, vemos por ejemplo a Job (Job 23:12); el salmista David (Sal 1:1-3); Jeremías (Jer 15:16); y muchos más. El éxito de la misión de Josué descansaba en su obediencia personal a la ley de Dios.

Harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien. Esa es la promesa de la bendición de Dios sobre la gran responsabilidad que Dios le ha dado a Josué. El principio aquí es central para todo esfuerzo y misión espiritual, específicamente el profundo entendimiento y aplicación de las Escrituras en todo momento.

Seguramente Josué todos los días tenía que alentarse a sí mismo con la promesa (Palabra de Dios) y la presencia de Dios. 

Que sentir sus propias limitaciones, problemas o enfermedades no lo desanimen a usted; Dios es todo suficiente. En palabras sencillas Dios dice a Josué "Yo te he mandado, llamado y comisionado para hacerlo y ten la seguridad que te sostendré y sacaré en victoria". Cuando estamos en la senda del deber, tenemos razón para ser fuertes y muy osados. 

Recuerde esas palabras de Josué 1:5 No te dejaré, ni te desampararé, Esta es la garantía que Dios ofrece para alcanzar el éxito. El Señor no permitiría que Josué se hundiera o fracasara, esa era La promesa de poder divino para la tarea encomendada a Josué, esa promesa estaba contenida en su palabra.

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